Estaba esperando mientras se fumaba un cigarrillo el momento exacto para disparar a la única persona que llenaba de odio su mente, a la única persona que mantenía su mente ocupada y le quitaba tiempo para pensar en su joven amado.
Seguía esperando mientras la brisa le golpeaba en la cara, mientras veía a la gente pasar… a las parejitas cogidas de la mano, a los niños pequeños con sus piruletas –Que adorables–
La única duda que tenia la joven en la cabeza, es que haría después de quitarse tal peso de encima, y si podría aguantar la resignación de verse tan débil que no pudo ni aguantar la más mínima adversidad –Pero es que… la odio, la odio, la odio…–
Eran las 17:24, se fumo otro cigarro, preparó su arma, la guardó en su gabardina y ya estaba dispuesta a salir a su destino, pese a que todavía no había pensado en lo que haría después…
La indeseable tendría que pasar por el parque donde estaba la joven armada en 15 minutos para llegar a su casita con su mami y su papi –Cosa que ya no haría–
Pero… ¿De verdad merecía la pena?...
Ahí estaba la cuestión, no merecería la pena. ¿Cómo se mata mejor, con una pistola o con la indiferencia?
Entonces… se dio cuenta de algo existencial… Tenía que matarla
La indeseable paso por el camino que la joven dedujo y esta hizo lo que tenía que hacer…
…
Corrió lo más rápido que pudo, hizo lo que tenía que hacer.
...
Cuando la indeseable llego a su casa y vio lo que “alguien” había escrito… se quedo pensativa… miro a ambos lados… el viento le azoto en la cara y entonces se dio cuenta que era para ella, cogió el ascensor lentamente, llego a su casa, se metió en la ducha y dejo de respirar.
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El titulo y el principio lo saque de una canción preciosa: http://www.youtube.com/watch?v=F_RoTETtQRI
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