"NO"love

Una voz que me decia... "Dejate llevar"

No sabría decir si fue un sueño o una pesadilla...

La boda empezaría en cuarenta minutos, la novia se estaba retocando… echándose tanto maquillaje que parecía una muñeca (pero no parecía ella) quería borrar su inseguridad

¿Inseguridad por qué? Porque no sabía si su querido caballero la quería de la misma forma que ella a él, pero… no quería echarse atrás este era su día y había que aprovecharlo, ser el centro de todas las miradas y aprovechar su traje de novia blanco.

Bajo la gran escalera de caracol… y cada paso se le hacía más largo, cada vez tenia más miedo y ya empezaban a fallarle las piernas, pero mantuvo su sonrisita falsa y su apariencia de chica fuerte; abajo le esperaban sus damas de honor con sus radiantes vestidos tono pastel y una sonrisa en los labios

La hora llegó, ella pasó por el portón, miro a los invitados trajeados ocupando la gran mayoría de los asientos, vio a su familia sentada en primera fila con una sonrisa algo fingida y por ultimo… le vio a él.

Pero él tenía la vista perdida, físicamente estaba en esa habitación, pero no lo estaba. Estaba en un mundo donde ella no podía entrar y ella lo sabía…

La chica con unos pasos elegantes se puso a su lado, y comenzó el sermón…

El chico la miró y ella contuvo la respiración y intento meterse en su mente, pero fue incapaz, nunca adivinaría lo que estaba pensando, se volvió a plantear si de verdad eran uno para el otro.

El giro la cabeza hacia los invitados y clavo su mirada en la cuarta fila de invitados, se giro lentamente otra vez a su sitio, la chica pudo ver un brillo en sus ojos, y a ella también le brillaron los ojos… pero de tristeza, le cogió la mano en un rogo de atención cuando el cura dijo... "Si alguien se interpone en la unión de esta pareja en sagrado matrimonio, que hable ahora o calle para siempre”

Una chica de la cuarta fila se levanto, apartó torpemente a la gente de su fila, miró al cura y con voz bajita dijo “yo”

Se acerco al novio, le miro a los ojos y se besaron.

Toda la sala se quedo en silencio unos instantes…

Caras de asombro, murmullos, abucheos… empezaron a sonar por toda la sala; mientras que los dos jóvenes se fundieron en un abrazo.

La chica de la cuarta fila se separo, miro al cura y le dijo: “Padre, mentir es pecado, y pecaría si no dijera que quiero a este chico, y me arrepiento de no haberlo hecho antes”

El chico le apretó la mano, se miraron un instante y salieron de la Iglesia.

¿Qué paso después?

Ninguna persona que estuvo en esa habitación lo supo, excepto ellos dos…

Quizás y solo quizás, construyeron ese mundo imaginario donde existían solo él y ella.