Condena

Todos los miembros del jurado tenían la mirada fija en la acusada, ella mostrando indiferencia miraba al juez, aunque si la mirabas detenidamente tenía un pequeño rasgo de culpabilidad en sus ojos.

¿De qué se le acusaba a tan pequeña y aparentemente dulce muchacha? De asesinato múltiple… ¿A quienes… (Supongo que os preguntareis)? Al miedo, a la desesperación y desgraciadamente… a las buenas maneras.

El abogado le pregunto con desprecio:

-       ¿Lo has hecho tú?

-       Puede –Respondió lentamente dejando a todos intrigados–

-       ¿No te importa pues… haber matado? ¿Lo ves como algo… NORMAL?

-       En absoluto… y lo volvería a hacer, normal… no es, ¿Para qué engañarnos? Pero…

-       ¿Pero…?

-       Podría decir que fue en defensa propia, ellos intentaron matarme poco a poco primero

-       Si… eso cuéntaselo a quien le importe, ¿Tuviste ayuda?

-       Si, en exceso además si no hubiera sido por él, hubiera sido incapaz –Dijo la joven suspirando–

-       ¿Le amas?

-       No se lo puede ni imaginar…

-       ¿Te ama?

-       Pregúnteselo a él… pero creo que si

-       Bueno… hasta aquí mis preguntas, Señor juez… señores y señoras del jurado… es una ASESINA y su cómplice también. Ustedes saben lo que tienen que hacer

El jurado se levanto y con una expresión dura dijeron: CULPABLE

El juez la miro un rato… sabía que había mal en sus ojos, sabía que no era dulce, ni buena, ni nada por el estilo y… simplemente cumplió su deber…

-       Le declaro culpable señorita, usted y su cómplice cumplirán la condena…

-       ¿Y cuál es esa condena?

-       Estar en el paraíso juntos… para siempre