Sentir el vacio, ver que ya no perteneces a donde creias permanecer, caerte, quedarte tirado en el suelo mientras te cae una lluvia torrencial, ver que nadie te levanta y acabar por levantarte tu solito.
Ahi esta la esencia.
La soledad es a veces tan triste como las medias naranjas que se pudren al no ser encontradas, sentimientos, gestos, cariño y sensaciones que no sabes a quien dedicárselas o equivocadamente regalándolas a quien no es debido, naranjas podridas también…
Sentirse fuera de lugar o en el sitio equivocado o en el sitio justo en un momento inoportuno, o quizás en el momento justo para volver a volar.
La soledad es una muestra, o mas bien una maestra. La soledad bien aprovechada también tiene sus gratificaciones.
Las llaves de esas puertas están dentro de nosotros y fuera nos aguarda la vida. Tendremos que empezar a conocernos a nosotros mismos para conocer a los demás ¿no?
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